Puede parecer que un circo vacío es la cosa más triste del mundo. Sin embargo, esa sensación que provocan las gradas desiertas durante los ensayos se compensa con la ilusión que inunda el ambiente. Así se encuentra estos días la carpa de El Sardinero. Los nervios del estreno. Porque esa puesta de largo está tan cerca que ya se toca con los dedos. Dos días para ver 'Quimera, el Circo de tus Sueños'. Una apuesta diferente, un riesgo, obliga a cuidar cada detalle.
Porque 'Quimera' es una producción nueva, creada en especial para esta ocasión, con la idea de renovar el circo 'de todos los años'. En contenidos y en estética. Este sábado ofrecerá la primera actuación de las 32 que tiene programadas en las próximas semanas. Dos pases diarios hasta el 5 de agosto, uno a las 17.30h y otro a las 20.30.
Este nuevo proyecto de «circo teatral» no se pone en marcha de pronto. Empieza a gestarse hace «seis o siete meses», con la idea del santanderino Raúl Alegría de un circo «pensado tanto para niños como para recuperar al público adulto». Con la intención de un espectáculo basado en el humor, con el hilo conductor de una historia divertida y una cuidada puesta en escena. Al principio, cuenta, ni siquiera tenían claro si 'Quimera' se presentaría bajo circo o como obra para teatros. Y por ahí ya se intuyen las diferencias. Los matices. «Al final, se nos ocurrió presentarlo en las fiestas de Santiago, ya que considero que Santander es como una capital de circo». Los Tonetti, el Atlas, historia de payasos y arraigo en la capital cántabra.
Los retoques
Hace ya tres semanas que empezó el montaje de la doble carpa en el patio del colegio Los Agustinos. La estructura, las gradas, la decoración. Ayer por la tarde, aún andaban enmoquetando el suelo, no estaban puestos los sofás ni las mesas en la cafetería y se escuchaba cómo, detrás de unas cortinas, alguien montaba una estructura de metal. El ir y venir de un circo a medias. Resulta llamativo que en medio de este caos, sobre un escenario aún sin vestir del todo, y rodeada de personal que no para de entrar y salir cargando cosas, Jéssica pueda ensayar con tanta naturalidad. Esta joven de Santander, que hace algunos años fue campeona y subcampeona de España de gimnasia rítmica, trabaja ahora como contorsionista. En chándal, ayuda al técnico a hacer las pruebas de luces y sonido para su número.
«Estas últimas semanas prácticamente duermo en la pista», cuenta Alegría en tono de broma mientras pasa a su lado. Es una pausa de su atareado ir y venir. «Estamos aquí una media de quince horas diarias, paramos media horita para comer, y vamos ensayando». Se le ve agobiado. Es lógico. Pero hay también ese gesto que aporta la confianza en el esfuerzo. «Estará todo perfecto para estrenar el sábado».
De repente, un niño asoma por detrás del escenario. «Dicen mis papás que ahora salen, que se están cambiando». Más que decir, lo grita. Es el hijo de Alex y Cristina, que se disponen a practicar su número de telas en pareja. El muchacho sale por donde ha venido, por el lado opuesto de la carpa. Allí se encuentra la otra cara del circo, lo que los espectadores no llegan a ver. Una ciudad en miniatura. Son los hogares ambulantes de los artistas extranjeros, con sus familias y sus vidas a cuestas. Entre el personal de 'Quimera' se encuentra un exótico mestizaje de portugueses, brasileños, ingleses, italianos y, por supuesto, españoles. Artistas internacionales que Raúl escogió por ser «los mejores en lo suyo».
El payaso Oriolo participa de este 'nuevo circo', y actúa como protagonista de la trama. Porque tiene trama. Una historia con protagonista y ambición. Un hilo conductor disfrazado de vagabundo que quiere ser una estrella bajo la carpa. Entre ensayo y ensayo bromea con el niño, que le mira con asombro. «Raúl tiene una idea muy mágica e idealista de lo que es el circo, que consiste en contar un cuento a los niños. Eso va más allá de las atracciones». Él comparte esa idea y está a favor de que el circo se «reinvente». Y no sólo el circo. «Todo tiene que hacerlo». Porque «hacen falta iniciativas para impulsar esa modernización y dar oportunidad a artistas muy interesantes».
Estructura de montaje teatral , ausencia de animales... Las apuestas de 'Quimera'. Y Alegría tiene buenas vibraciones. «Desde que se presentó hemos tenido buenos comentarios». Cuenta que ya hay gente que se acerca a preguntar cuándo empiezan. Buena señal.
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