Hola Família de
A mi m´agrada el circ
us envio un article que s'ha publicat en la Web www. newtonlaspelotas sobre Karoli
des de aqui us animo a participar i sumar-vos al directori
KAROLI: El Hombre de las Mil Ruedas
www.newtonlaspelotas.net
Newton Las Pelotas! Network 1995 / 2006 . Algunos Derechos Reservados . www.newtonlaspelotas.net . powered by www.coreographix.com
Revista de cultura un atentado a la ley de gravedad
Escrito por Germán de Souza
Existe una persona en este mundo que es capaz de movilizarse con cualquier artefacto que lleve ruedas, su nombre es Karoli. Apasionado por las artes circenses, Ramón Muñoz se ha convertido en un coleccionista de todo tipo de objetos relacionados con el circo. Lleva más de una veintena de años recorriendo pistas, festivales y escenarios del mundo. Su pasión por el monociclo le ha hecho alcanzar destinos tan lejanos como China o Japón. Con The Wheel Man ha logrado encarnar a este personaje amigo del asfalto y la velocidad, capaz de andar dentro de una rueda o de pedalear sobre una bicicleta de sólo diez centímetros.
No sólo de pan vive el hombre, desde tiempos remotos también se alimenta a base de circo. Claro, que cada uno tiene su circo predilecto, y el de Ramón Muñoz no es precisamente el circo de los concursos televisivos ni el circo peyorativo de los telediarios. Cuando la democracia española tomaba biberón, este hombre se adentraba en el fantástico mundo del espectáculo circense. Eran tiempos en los que cualquier cosa que representase la fiesta popular era bien recibida y festejada. De los tradicionales pasacalles con gigantes y cabezudos, que aún hoy invaden las fiestas populares del territorio español, ha emergido una necesidad de empezar a incorporar nuevos elementos y el factor circo comenzó a hacerse popular y a revivir por aquel entonces. Ahora en 2006, aunque parezca que estamos a años luz de los fabulosos ochentas, las tradiciones siguen siendo las mismas a pesar de que el denominado progreso siga intentando lavarle la cara a todo lo que se le cruza por delante. “No te creas que las cosas cambian tan rápido. Las personas cambian pero la sociedad en conjunto no. El circo continúa siendo lo que la sociedad quiere”, sentencia Karoli. Muchos años han pasado, y con ellos han quedado atrás proyectos como “Boni & Caroli”, un referente europeo del espectáculo de calle y las parateatrales, con sus excéntricos monociclos y ese peculiar estilo Blues Brothers que los caracterizaba. “Fue una gran experiencia, 18 años juntos… pero como la vida, pasa muy rápido y Boni & Caroli pasó volando, con sus cosas positivas y negativas”.
En 2003 una sola letra ha cambiado todo un concepto, la C se convirtió en K para abrir paso a un Professor Karoli listo para continuar en solitario, y llevar su Elixir de la Vida de paseo en monociclos con piernas y bicicletas enanas. “La bicicleta en mi vida me llegó como a todo chaval, a los 8 años después de dar la paliza a mi padre para que me la comprara y cuando la conseguí me sentí el muchacho más libre del planeta. Semana santa, verano en el camping, en el barrio… y la afición fue a más, pero me cansé y pasé de dos ruedas a una. Fue muy duro aprender porque en aquel tiempo no había monociclistas, yo quería dominar el monociclo y fue por eso que más tarde participé en convenciones de monociclos en China y Japón. Poco a poco me di cuenta que lo que tenía en la cabeza no eran locuras y empecé a fabricar todo tipo de artefactos con ruedas y todavía hoy sigo en ello”.
El coleccionismo circense es una de las aficiones de Ramón, “Comencé mi colección a partir de la necesidad de descubrir de donde salía ese arte, ya que también soy malabarista y sin querer eso me fue dando fuerza y cultura circense. Desde entonces siempre tengo la costumbre de pasearme entre mercadillos y librerías de todos los países y ciudades donde actúo, me gusta buscar y encontrar las raíces, de mi vida y de tantas otras”.
Con The Wheel Man, Karoli ha alcanzado algunos de sus sueños, el de meterse dentro de una rueda con motor y el de pedalear sobre una bicicleta de tan sólo diez centímetros de tamaño, pero todo no parece terminar allí. “En estos momentos estoy en fase de fabricación de un nuevo invento, la rueda impulsora, que saldrá en el próximo año y que seguro gustará a pequeños y mayores”.
El circo y el espectáculo de calle son parte de la vida diaria del Hombre Rueda, que no sólo es un enamorado perdido del circo, sino que también es un investigador y reivindicador de estas actividades. Desde ese lugar donde se detiene a observar su entorno y su hábitat natural, reflexiona: “Mi visión sobre el circo actual es la misma que cuando empecé, pero con la experiencia de estos años he podido ver como se mueve la gente de esta profesión o de cualquier otra, es la ética en el crecimiento personal. A mí me gustan las cosas muy claras y en este país que vivo las cosas no están nada claras, llevamos más de 40 años de retraso en que se nos reconozca nuestra profesión, que nuestros hijos puedan estudiar con su titulación y que los profesionales no quedemos con nuestra jubilación en el armario. La verdad es que todos queremos lo mismo, pero lamentablemente seguimos estando en manos de los políticos. Los espectáculos de calle existen desde que el hombre se puso de pie. En otras épocas los artistas de calle eran como los periódicos, traían información y distracción, eran los televisores de la época. Pero con el tiempo las nuevas tecnologías están haciendo que cada vez más la gente esté en su casa, más aislada y manipulable, sin importarle lo que pasa en las calles. Por ello me pregunto por qué las instituciones le tienen tanto miedo al teatro de calle, cuando en verdad es el arte que más publico mueve. Pero claro, como no se paga, no contabiliza, aunque yo siga pagando mis impuestos como todo vecino de este mundo”.
El show bussiness manda, más allá de que el marketing siga destruyendo la creatividad, aún todavía existe mucha gente que quiere poner estas artes sobre ruedas.
A mi m´agrada el circ
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KAROLI: El Hombre de las Mil Ruedas
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Newton Las Pelotas! Network 1995 / 2006 . Algunos Derechos Reservados . www.newtonlaspelotas.net . powered by www.coreographix.com
Revista de cultura un atentado a la ley de gravedad
Escrito por Germán de Souza
Existe una persona en este mundo que es capaz de movilizarse con cualquier artefacto que lleve ruedas, su nombre es Karoli. Apasionado por las artes circenses, Ramón Muñoz se ha convertido en un coleccionista de todo tipo de objetos relacionados con el circo. Lleva más de una veintena de años recorriendo pistas, festivales y escenarios del mundo. Su pasión por el monociclo le ha hecho alcanzar destinos tan lejanos como China o Japón. Con The Wheel Man ha logrado encarnar a este personaje amigo del asfalto y la velocidad, capaz de andar dentro de una rueda o de pedalear sobre una bicicleta de sólo diez centímetros.
No sólo de pan vive el hombre, desde tiempos remotos también se alimenta a base de circo. Claro, que cada uno tiene su circo predilecto, y el de Ramón Muñoz no es precisamente el circo de los concursos televisivos ni el circo peyorativo de los telediarios. Cuando la democracia española tomaba biberón, este hombre se adentraba en el fantástico mundo del espectáculo circense. Eran tiempos en los que cualquier cosa que representase la fiesta popular era bien recibida y festejada. De los tradicionales pasacalles con gigantes y cabezudos, que aún hoy invaden las fiestas populares del territorio español, ha emergido una necesidad de empezar a incorporar nuevos elementos y el factor circo comenzó a hacerse popular y a revivir por aquel entonces. Ahora en 2006, aunque parezca que estamos a años luz de los fabulosos ochentas, las tradiciones siguen siendo las mismas a pesar de que el denominado progreso siga intentando lavarle la cara a todo lo que se le cruza por delante. “No te creas que las cosas cambian tan rápido. Las personas cambian pero la sociedad en conjunto no. El circo continúa siendo lo que la sociedad quiere”, sentencia Karoli. Muchos años han pasado, y con ellos han quedado atrás proyectos como “Boni & Caroli”, un referente europeo del espectáculo de calle y las parateatrales, con sus excéntricos monociclos y ese peculiar estilo Blues Brothers que los caracterizaba. “Fue una gran experiencia, 18 años juntos… pero como la vida, pasa muy rápido y Boni & Caroli pasó volando, con sus cosas positivas y negativas”.
En 2003 una sola letra ha cambiado todo un concepto, la C se convirtió en K para abrir paso a un Professor Karoli listo para continuar en solitario, y llevar su Elixir de la Vida de paseo en monociclos con piernas y bicicletas enanas. “La bicicleta en mi vida me llegó como a todo chaval, a los 8 años después de dar la paliza a mi padre para que me la comprara y cuando la conseguí me sentí el muchacho más libre del planeta. Semana santa, verano en el camping, en el barrio… y la afición fue a más, pero me cansé y pasé de dos ruedas a una. Fue muy duro aprender porque en aquel tiempo no había monociclistas, yo quería dominar el monociclo y fue por eso que más tarde participé en convenciones de monociclos en China y Japón. Poco a poco me di cuenta que lo que tenía en la cabeza no eran locuras y empecé a fabricar todo tipo de artefactos con ruedas y todavía hoy sigo en ello”.
El coleccionismo circense es una de las aficiones de Ramón, “Comencé mi colección a partir de la necesidad de descubrir de donde salía ese arte, ya que también soy malabarista y sin querer eso me fue dando fuerza y cultura circense. Desde entonces siempre tengo la costumbre de pasearme entre mercadillos y librerías de todos los países y ciudades donde actúo, me gusta buscar y encontrar las raíces, de mi vida y de tantas otras”.
Con The Wheel Man, Karoli ha alcanzado algunos de sus sueños, el de meterse dentro de una rueda con motor y el de pedalear sobre una bicicleta de tan sólo diez centímetros de tamaño, pero todo no parece terminar allí. “En estos momentos estoy en fase de fabricación de un nuevo invento, la rueda impulsora, que saldrá en el próximo año y que seguro gustará a pequeños y mayores”.
El circo y el espectáculo de calle son parte de la vida diaria del Hombre Rueda, que no sólo es un enamorado perdido del circo, sino que también es un investigador y reivindicador de estas actividades. Desde ese lugar donde se detiene a observar su entorno y su hábitat natural, reflexiona: “Mi visión sobre el circo actual es la misma que cuando empecé, pero con la experiencia de estos años he podido ver como se mueve la gente de esta profesión o de cualquier otra, es la ética en el crecimiento personal. A mí me gustan las cosas muy claras y en este país que vivo las cosas no están nada claras, llevamos más de 40 años de retraso en que se nos reconozca nuestra profesión, que nuestros hijos puedan estudiar con su titulación y que los profesionales no quedemos con nuestra jubilación en el armario. La verdad es que todos queremos lo mismo, pero lamentablemente seguimos estando en manos de los políticos. Los espectáculos de calle existen desde que el hombre se puso de pie. En otras épocas los artistas de calle eran como los periódicos, traían información y distracción, eran los televisores de la época. Pero con el tiempo las nuevas tecnologías están haciendo que cada vez más la gente esté en su casa, más aislada y manipulable, sin importarle lo que pasa en las calles. Por ello me pregunto por qué las instituciones le tienen tanto miedo al teatro de calle, cuando en verdad es el arte que más publico mueve. Pero claro, como no se paga, no contabiliza, aunque yo siga pagando mis impuestos como todo vecino de este mundo”.
El show bussiness manda, más allá de que el marketing siga destruyendo la creatividad, aún todavía existe mucha gente que quiere poner estas artes sobre ruedas.
Comentaris
http://rogelioandreu.blogspot.com/
Y os paso mi correo elctrónico:
Manolovik@hotmail.com
Ramón Karoli es uno de los q hablan en el vídeo.
Un abrazo