
GEMMA TRAMULLAS
BARCELONA
Cuando a Lola González se le ocurrió apuntarse a un curso de clown (y de eso hace ya 10 años), le sorprendió que el marcador de alumnos fuera de dos mujeres por más de una decena de hombres. Actualmente, el contador de género está exactamente al revés y cuesta encontrar hombres que quieran aprender a hacer de payasos. La presencia femenina también aumenta en los escenarios del teatro cómico. Lola González y Coral Ros forman la compañía Lolita Corina y están en la sala Almazen con el espectáculo Las Gallegas. La cómica Rachel Arieff continúa con su provocador show Cómo ser feliz todo el tiempo en el Llantiol, y Pati Dubois y Cristi Garbo acaban de presentar el cabaret cómico Las Pestañas en Can Felipa.En este pequeño teatro del Raval tiene la sede Jango Edwards, origen del contagioso foco de clown en Barcelona. Almazen promueve el ciclo de mujeres payasas Very Important Women (VIW), que empezó en enero con Mirando a Yucali, de Alba Sarraute, y que sigue los jueves y viernes de febrero con Las Gallegas y, en marzo, con Las Pestañas. Según la fundadora de la sala, Macarena González de la Vega, no se trata de un tema de discriminación positiva, sino que "buscando la excelencia se encuentran espectáculos que, además de ser buenísimos, resulta que están hechos por mujeres".La veterana payasa Clara Cenoz, que dirige la Escola de Clown de Barcelona, dice en voz alta algo que muchos artistas reconocen en privado: "El arquetipo femenino es mucho mejor clown que el masculino, porque se comunica más con su mundo interior. Para ser clown tienes que estar en contacto con tu esencia y ser muy generoso. Los cursos de clown están tan llenos de mujeres como cualquier curso de crecimiento personal".NI HABLAR DE HOMBRESLola Gonzá- lez, de Lolita Corina, no tiene una tesis clara (ni sabe si la hay) de por qué las mujeres se apuntan cada vez más a este género. Lo que sí destaca, haciéndose eco del comentario de un espectador, es que su montaje no habla de hombres, un tema recurrente en la comedia hecha por mujeres. Las Gallegas transcurre en un funeral y trata el tabú de la muerte con "un humor excéntrico, pero con mucho cariño".A los tabús se enfrenta también la norteamericana Rachel Arieff en sus monólogos cómicos de Cómo ser feliz todo el tiempo (los primeros jueves de cada mes en la sala Llantiol).Su humor viene "del burlesque y el vodevil", a lo que ella suma el estilo de su cultura "que es agresiva, bélica y da mal rollo". La combinación es explosiva, "nada más alejado de lo que se considera femenino", y es poco probable que vuelva verse algo así en Barcelona. El sexo, la muerte, la religión y la inmigración son temas que toca Rachel Arieff en su show. "Solo cuando reconoces los miedos de la gente puedes provocar carcajadas", dice.
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