El circo contemporáneo catalán se impone en BCN por Navidad UN GÉNERO EN AUGE EN LA CARTELERA ESCÉNICA

17/12/2009 Edición Impresa
EL Periodico
GEMMA TRAMULLAS

Una fea lesión de Camille Decourtye ha obligado a cancelar las funciones previstas para este fin de semana en la plaza de Margarida Xirgu de Le sort du dedans, el espectáculo en carpa de la compañía francesa Baró d’Evel Cirk, que dirigen la propia Decourtye y Blai Mateu, hijo del payaso Tortell Poltrona. El éxito de convocatoria de esta propuesta de circo vanguardista, en el que las acrobacias son más emocionales que físicas, demuestra que hay público para todos los estilos de circo. Desde la ambiciosa producción Llits que hoy se estrena en la sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), con la música de Lluís Lach y el debut de Albert Pla en la pista como atractivos, hasta el espectáculo tradicional del Circ Raluy que, como desde hace 15 años, ha instalado su carpa en Barcelona por Navidad.
Y entre uno y otro, el sábado se estrena el Ateneu Popular 9 Barris (la primera fábrica de creación de circo en Barcelona) Limbus, la 14ª producción del Circ d’Hivern. Después de dos ediciones poco espléndidas, este año el montaje lleva el sello de calidad de Leandre Ribera (que ganó el Premi Nacional de Circ en el 2006 por Rodó) y la Compañía La Tal, de Enric Casso y Jordi Magdaleno. La propuesta devuelve el protagonismo a la figura del clown (Ribera es un extraordinario mimo-clown y los miembros de La Tal también destacan en este género) y cuenta con especialistas de prestigio como Frida Odden (malabares y cuerda floja) y Katja Olsen (trapecio).

LA TENSIÓN / Limbus tiene un atractivo añadido, y es que nace de las tensiones entre el circo tradicional y el circo clásico: «Los teólogos desarrollaron el concepto de limbus, un estado de felicidad natural después de la muerte que no es ni cielo ni infierno –escribe Ribera–. Nosotros ponemos el circo tradicional ni en el cielo ni en el infierno, considerándolo ni muerto ni vivo, admirándolo como un clásico y perdiéndole el respeto como unos hijos adolescentes».
Volviendo al circo contemporáneo, el último día del año volverá a Barcelona Saltimbanco, una de las primeras producciones de lo que hoy es la multinacional de espectáculos circenses Cirque du Soleil, la primera en explotar la marca del circo contemporáneo en el mundo. Saltimbanco se estrenó en Montreal (donde está la sede de la empresa) en 1992 y no llegó a Barcelona hasta el 2001. En aquella ocasión, como ya ocurrió con Alegria y Quidam, el público abarrotó el aforo. Barcelona siempre ha sido una plaza segura para el Cirque du Soleil.
La ciudad resulta más dura para los circos tradicionales como el Raluy, que este año estrena carpa y presenta El viaje, un recorrido por algunos de los lugares que ha recorrido la familia Raluy desde los años 30. Pero la oferta de circo para estas Navidades no termina aquí. La Always Drinking Productions estrena en el Centre de Creació de Circ La Vela, de Vilanova i la Geltrú, su cuarto espectáculo, titulado Cabaret quina barra!. Como en el caso de Llits, en este montaje la música tiene un papel protagonista. También llegará a Barcelona, aunque con retraso (no estrenará hasta el próximo día 25), el Circ de Nadal del Cirkid, que vuelve a su emplazamiento habitual en la plaza de toros Monumental.